
Somos expertos en la producción de Algarrobo.
El algarrobo (Ceratonia si/iqua L.) es un cultivo xerofítico y esclerófilo originario de zonas áridas del Mediterráneo y de la península Arábiga que puede resultar muy interesante para algunas zonas del mundo, especialmente, en regiones secas y en proceso de desertización por desgracia cada vez más frecuentes en entornos de clima mediterráneo.
Posee características que lo hacen muy interesante para su cultivo o plantación en el litoral de la cuenca mediterránea donde es tradicional y en donde ocupa terrenos pobres o poco adecuados para otros cultivos, ello es debido a que el algarrobo es resistente a la sequía y a la caliza activa alta en los suelos (problemas muy frecuentes en ésta área), tolerante a la salinidad y con mínimas exigencias en cuidados culturales. Su área de cultivo se encuentra limitada, en la cuenca mediterránea, a una pequeña franja litoral debido a su alta sensibilidad al frío.
El fruto del algarrobo, denominado algarroba o garrofa, es rico en fibra bruta y de gran valor energético por su contenido en azúcares.
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REQUERIMIENTOS PARA UN BUEN DESARROLLO:
CLIMA
Este cultivo indica que es poco exigente en agua, pero es muy sensible al frío en invierno por lo que solo puede vivir próximo al mar con altimetrías de menos de 500 m. de altitud, aunque en algunas zonas su cultivo ocupa zonas más altas, pero siempre con adecuadas exposiciones y con evidente riesgo de heladas. Las zonas adecuadas ecológicamente hablando para el algarrobo coinciden con las de la carrasca, los cítricos y el olivo, pero su posible expansión teórica territorial en zona templada es en realidad mayor que la de los cítricos y menor que la del olivo desde el punto de vista de exigencias ambientales. Existen plantaciones de algarrobo, muchas ya históricas en casi todas las zonas abancaladas del mediterráneo, desde Palestina e Israel pasando por Grecia, Italia y sur de Francia o por Túnez y Argelia y hasta llegar a Portugal, existen algunas plantaciones puntuales y casi solo anecdóticas en Canarias y en las Azores.
Como ya hemos indicado el algarrobo es un árbol xerofítico de amplia plasticidad respecto a tolerancia en suelos pero que requiere unas condiciones térmicas muy estrictas ya que es sensible al frío y las heladas. El algarrobo es un árbol muy adaptado a regiones áridas donde puede considerarse como un árbol emblemático. Resulta tolerante a la salinidad.
SUELOS
El algarrobo tolera casi todo tipo de suelo, pero prefiere suelos calcáreos de consistencia media a sueltos. No acepta suelos húmedos ni encharcables, aunque sea temporalmente ya que es sensible a diversas podredumbres de raíz. En suelos muy profundos y fértiles el algarrobo vegeta muy bien pero probablemente se desequilibra su vegetación y produce poco dando algarrobas de menos calidad, ya que contiene menos azúcar y que además se conservan peor, tolera bien la salinidad.
RIEGO
El riego moderado en algarrobo elimina la vecería y se aumentan las producciones de forma sistemática en más de un 60%. Sí debemos recordar que humedades y encharcamientos cerca de los troncos del árbol no son adecuados ya que el algarrobo es especialmente sensible a armillaria y a otras patologías fúngicas del suelo.
Riegos deficitarios en este árbol dan muy buenos resultados y en todo caso puede emplearse como ya hemos dicho en plantación, en primeras fases de desarrollo o como riegos puntuales y esporádicos de apoyo. El algarrobo necesita algo más de 450 mm de aporte hídricos lo que significa que en nuestras condiciones de cultivo el riego sería adecuado, aunque produce bien con 300 mm. o incluso con menos. En algunas plantaciones modernas se ha instalado riego localizado y su efecto es muy adecuado y rápidamente visible en las producciones incluso con aportes muy bajos entre 100 y 200 mm/año es decir con aportes típicos de RDC (riego deficitario controlado), que es una buena técnica para este cultivo y una vez superada la alta inversión de instalación necesaria. Una consideración a realizar sobre el posible riego del algarrobo es que pueden utilizarse aguas de relativa baja calidad y con conductividades altas de hasta 3/5 decisiemens por metro cúbico y RAS muy altos de 12 o incluso 16 según algunas experiencias y ensayos de riego realizado en algarrobos. Probablemente es de los pocos cultivos en que los ensayos con aguas residuales han sido altamente positivos. Si el riego en un cultivo como este, típicamente adaptado a zonas muy secas, es importante para vencer la vecería no lo es menos su adecuada fertilización que debe comenzar evidentemente en pre plantación o en el momento concreto de la plantación.
FUTURO DEL ALGARROBO:
Actualmente, la demanda de algarrobas es muy superior a la oferta, por lo que los catedráticos e investigadores señala que «es una alternativa de cultivo a tener en cuenta», aunque no tiene por qué ser en monocultivo. De hecho, explica que «pueden plantearse los algarrobos como complemento en zonas de viña o de olivar marginal, e incluso es una especie ideal para sustituir a las encinas muertas en la dehesa». Se trata de un árbol de más rápido crecimiento que una encina o un alcornoque, ya que «una plantación de vivero injertado con una variedad seleccionada, al séptimo año ya puede tener una producción rentable y a los diez años podría alcanzar el pleno rendimiento». Hay que tener en cuenta que, actualmente, un árbol con hasta 80 años de edad, puede alcanzar una producción de hasta 300 kilos de algarrobas anuales.
La demanda creciente de la goma de garrofí en los últimos años a nivel local, estatal e internacional, según las empresas comercializadoras de este producto, requiere de una mayor plantación de campos de algarrobos para satisfacer los pedidos que se reciben desde el exterior.