Setos para el Control Biológico (8). Los setos, mucho más que un Control Biológico

En publicaciones anteriores se ha podido constatar la enorme importancia que supone tener setos con plantas reservorio en el interior o rodeando a nuestros cultivos agrícolas, ya que con esta estrategia se consigue potenciar enormemente el Control Biológico de plagas…, pero los setos son mucho más.

Si en cada comarca agrícola los cultivos agrícolas estuviesen rodeados de setos hablaríamos de miles de hectáreas de setos, lo que aportaría múltiples beneficios tanto al sector agrario como al medioambiente en general como, por ejemplo:

  • se trataría de miles hectáreas de setos que podrían utilizarse como apoyo a las campañas de publicidad para promocionar nuestras frutas y verduras ante el mercado nacional y europeo, ya que el mensaje que ofreceríamos es que las producimos rodeados de naturaleza,
  • asimismo, esas hectáreas de setos se convertirían en unos corredores ecológicos que facilitaría a la fauna auxiliar útil desplazarse de forma rápida de una punta a otra de la comarca,
  • unos corredores ecológicos que también serían utilizados por los insectos polinizadores como abejas y abejorros, unos insectos que se consideran que influyen entre el 30-40% de la producción agrícola mundial, así como en la calidad de sus frutos,
  • y, además, también contribuirían simultáneamente:
    • a retirar una importante cantidad de CO2 de la atmósfera (ayudando así a luchar contra el cambio climático),
    • a disminuir la erosión del suelo,
    • a incrementar la recarga de los acuíferos subterráneos,
    • a mejorar la calidad del aire circundante, ya que atraparían y retendrían partículas contaminantes sobre sus hojas,
    • o a reducir en el verano la temperatura local, ya que con su transpiración incrementarían la humedad relativa circundante.

 ¿Y qué decir del disfrute estético y bienestar psicológico que aportarían a las personas al verse rodeados de una naturaleza tan diversa?… ¿te animas a poner setos?

 Bibliografía:

  • Fichas de Transferencia CAJAMAR. Número 004, fecha 2014. Vegetación autóctona y control biológico: diseñando una horticultura intensiva sostenible
  • Fichas de Transferencia CAJAMAR. Número 007, fecha 2015. Diseño de infraestructuras ecológicas en zonas invernadas
  • Orden de 6 de abril de 2017, por la que se modifican las Órdenes de 26 de mayo
    de 2015, por la que se aprueban en la Comunidad Autónoma de Andalucía
    las bases reguladoras para la concesión de subvenciones a la Medida 10:
    Agroambiente y Clima, y Medida 11: Agricultura Ecológica, y la Orden de 14 de
    abril de 2016, por la que se aprueban en la Comunidad Autónoma de Andalucía
    las bases reguladoras para la concesión de subvenciones a la Medida 13: Pagos
    a zonas con limitaciones naturales u otras limitaciones específicas
  • Proyecto Recupera 2020. Hito 2.2.4. Nuevas tecnologías para aumentar
    la eficiencia del control biológico de plagas en áreas de invernaderos. vegetación autóctona y control biológico: diseñando una horticultura intensiva sostenible
  • Proyecto Recupera 2020. Hito 2.2.4. Nuevas tecnologías para aumentar
    la eficiencia del control biológico de plagas en áreas de invernaderos. diseño de infraestructuras ecológicas en zonas invernadas. setos perimetrales para fomentar el control biológico por conservación
  • Sánchez-Balibrea, J.M.; Sánchez, J.A.; Barberá, G.G.; Castillo, V; Díaz, S.; Perera, L.; Pérez-Marcos, M.; de Pedro, L.; Reguilón, M. 2020. Manejo de setos y otras estructuras vegetales lineales para una agricultura sostenible. Edita: Asociación Paisaje y Agricultura Sostenible. GO Setos. Murcia.

Lee aquí la presentación de nuestra Guía para la implantación de plantas reservorio en las
explotaciones agrícolas.

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Setos para el Control Biológico (7). ¿Por qué es importante tener setos con plantas reservorio?

Con la utilización de insectos auxiliares (tanto depredadores como parasitoides) en la Agricultura se está consiguiendo hoy en día controlar, e incluso erradicar, un buen número de plagas agrícolas, es lo que se conoce como Control Biológico.

Sin embargo, dicho Control Biológico puede ser mucho más eficaz si se acompaña con setos constituidos por plantas reservorio, ya que van a facilitar que la población de enemigos naturales de plagas que hemos introducido en los cultivos se mantenga estable durante todo el ciclo del cultivo agrícola, y eso se debe a que las plantas reservorio contribuyen a incrementar la biodiversidad botánica en nuestras instalaciones agrícolas si lo comparamos con la «uni-biodiversidad» que ofrecen los monocultivos, aumentando así las probabilidades de que los insectos auxiliares encuentren, entre la multitud de hábitats que crean esas plantas reservorio, aquel hábitat que sea el más adecuado para ellos, ya que en caso contrario sus poblaciones pueden descender por mortalidad o porque emigren a otras zonas buscando un ecosistema más benigno, obligándonos en este caso a tener que seguir adquiriendo insectos auxiliares con la correspondiente elevación de nuestros costes de producción.

Con la presencia de plantas reservorio en los setos entramos en una estrategia de control de plagas denominada Control Biológico Conservativo, siendo una estrategia que nos va a ayudar a potenciar aún más nuestro Control Biológico, ya que los insectos auxiliares:

  • van a disponer de muchos más refugios en donde poder esconderse para no ser capturados por otros depredadores o parasitoides que los consideren como presas,
  • tendrán más posibilidades de encontrar unas condiciones de temperatura y humedad que sean mucho más favorables para ellos,
  • y podrán acceder a fuentes de alimento extra de polen y/o néctar, especialmente cuando los cultivos agrícolas pierden su floración, ya que, aunque sean depredadores o parasitoides, muchas de esas especies necesitan de ese tipo de alimento durante una parte de su ciclo vital,

permitiendo ese conjunto de situaciones ventajosas que nuestros insectos auxiliares tengan mayores tasas de supervivencia, así como de reproducción, con respecto a si no hubiese una presencia de setos con plantas reservorio.

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explotaciones agrícolas.

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Setos para el Control Biológico (6): Especies botánicas aconsejables para nuestros setos

En este Portal hemos mencionado algunas de las características que deberían de tener las plantas reservorio en nuestros setos, destacando especialmente las siguientes:

  • que estén adaptadas al clima local,
  • que tengan un periodo de floración amplio para que coincida al máximo con los ciclos de cultivo agrícolas,
  • que atraigan de forma natural a los insectos auxiliares útiles,
  • que alberguen pulgones que sean específicos de las plantas reservorio,
  • que no sean reservorio de virus o de plagas para los cultivos agrícolas,
  • y que no extraigan los nutrientes destinados a las plantas en cultivo.

Con respecto a qué especies botánicas se podrían plantar para crear un seto podemos tomar como referencia las distintas publicaciones editadas hasta la fecha por parte de los diversos centros de investigación agraria especializados en esta temática (ver Bibliografía).

En cuanto a las recomendaciones de plantación que proponemos desde NOGALNATURE nos basamos en los años de experiencia acumulada por parte de nuestros asesores técnicos, que por un lado han corroborado que es fundamental tener una alta biodiversidad en los setos (al menos 10 especies distintas de plantas) y, por otro lado, han observado en campo que las siguientes especies botánicas son muy idóneas por tener al menos 7-8 meses de floración al año (en algunos casos, los 12 meses del año), siendo a su vez unas floraciones que se van solapando entre sí, consiguiéndose de esta manera que en el seto no haya ningún mes sin flores, además de comprobar in situ que son altamente atrayentes de una u otra fauna auxiliar:

  • Asteriscus maritimus (margarita marítima, perenne, 8 meses de floración, de enero a agosto)
  • Helichrysum stoechas (siempreviva, perenne, 8 meses de floración, de enero a agosto)
  • Lavandula dentata (lavanda, perenne, 10 meses de floración, de enero a junio y de septiembre a diciembre)
  • Lobularia marítima (aliso de mar, anual o perenne, hasta 12 meses de floración si no hay heladas)
  • Lotus creticus (cuernecillo de mar, perenne, 12 meses de floración)
  • Lycium intricatum (cambrón, 7-12 meses de floración)
  • Salvia rosmarinus, antes Rosmarinus officinalis (romero, perenne, 12 meses de floración)
  • Santolina chamaecyparissus (manzanillera, 8 meses de floración, de enero a agosto)
  • Thymbra capitata (tomillo andaluz, 7 meses de floración, de abril a octubre)
  • Thymus vulgaris (tomillo, perenne, 8 meses de floración, de febrero a septiembre)

 Por otro lado, estas 10 especies de plantas deben de plantarse de forma que queden entremezcladas entre sí (al tresbolillo), por lo que primero plantaremos, por ejemplo, una margarita marítima, a continuación, una siempreviva, seguidamente una lavanda y así sucesivamente hasta volver a comenzar con otra margarita marítima.

En cuanto a los marcos de plantación, lo ideal son unas densidades de 1 planta por metro cuadrado, por lo que dispondremos las mangueras de riego por goteo de forma que queden separadas entre sí un metro, teniendo cada una de esas mangueras un gotero cada medio metro, plantándose las plantas cada dos goteros (densidad 1 planta/m2). No obstante, no hay que olvidar que los setos son estructuras vivas que están continuamente creciendo, por lo que para evitar que finalmente haya un exceso de vegetación no es nada recomendable superar esa densidad de plantación…, y aunque dispongamos de riego por goteo, es conveniente que la plantación se realice una semana después de las primeras lluvias (en octubre-noviembre) y finalizar un mes antes de las últimas lluvias (en marzo, ya que en nuestras latitudes geográficas las últimas lluvias suelen caer en abril).

Con respecto a la anchura que deberían de tener los setos que rodeen a nuestros invernaderos, unos autores recomiendan que lo idóneo son unos 5 metros de anchura, mientras que otros recomiendan que su extensión sea entre el 5-10% de la explotación (o sea, de 500 a 1.000 m2 de seto por hectárea)…, pero si al final solo se puede poner, por un motivo u otro, una hilera de plantas reservorio, ¡bienvenida sea esa solitaria hilera!

Y es posible que una vez creado nuestro seto observemos que una variada fauna intente alimentarse de él, por lo que debemos de poner los medios adecuados para evitarlo… ¿conejos? Muy útil los gatos o el cerramiento del seto con una malla metálica…, ¿caracoles? hay muchos métodos ecológicos para su erradicación.

Y en cuanto a esos espacios que tenemos en la finca alejados del invernadero como, por ejemplo, los bordes del camino, zona de aparcamiento de coches, alrededor del almacén, etc. podemos instalar en ellos lo que se denomina “islas de vegetación”, pudiendo contener en este caso especies arbustivas y árboles perennes, eso sí, siempre y cuando estimemos que sus raíces no van a llegar hasta las zonas de cultivo (para que no se produzca una retirada de nutrientes) o proyecten sombras sobre esos cultivos, como son:

  • la adelfa (Nerium oleander), que en este caso tiene la particularidad de que pueden ser afectadas por un pulgón específico (Aphis nerii) que no afecta a las plantas hortícolas, facilitando de esta manera que haya un importante reservorio de depredadores y parasitoides en el exterior del invernadero,
  • el ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata),
  • el olivo (Olea europaea),
  • o el laurel (Laurus nobilis),

¿E instalar hoteles de insectos? En nuestra opinión, precaución, ya que hay que seguir avanzando en su estudio, especialmente sobre qué materiales colocar en el interior de esos hoteles de insectos para que atraigan la fauna auxiliar útil, ya que nos hemos encontrado en muchas ocasiones que la fauna que albergaba en su interior no era nada recomendable para el Control Biológico, como por ejemplo los zapateros (Pyrrhocoris apterus), una especie que se alimenta de la savia de las plantas.

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Setos para el Control Biológico (5): El acolchado

Cómo conseguir que nuestro seto solo se riegue con las lluvias y que no nos crezcan plantas indeseadas en su interior

Aparte de su función principal, que se convierta en un reservorio de fauna auxiliar que nos ayude a potenciar el Control Biológico en nuestros cultivos, nuestro seto ecológico también debe de caracterizarse por:

  • tener el mínimo mantenimiento posible en el tiempo,
  • consumir la menor cantidad posible de agua de riego durante los dos primeros años y que a partir de ese segundo año solo se riegue con el agua de lluvia,
  • y que no crezcan en su interior plantas que sean reservorios de virus o que atraigan plagas agrícolas.

Y para conseguir las tres consideraciones anteriores debemos de incluir en el diseño de nuestro seto los siguientes elementos:

  • un acolchado (o mulching),
  • plantas reservorio autóctonas,
  • y un sistema de riego por goteo.

Acolchado

El acolchado es uno de los siete principios de la Xerojardinería, una técnica de jardinería especialmente diseñada para climas áridos consistente en colocar sobre la tierra una capa de diferentes materiales que permiten retener en el suelo el agua de lluvia, ya que dificultan su evaporación, siendo su cometido principal conseguir que finalmente las plantas puedan crecer sin necesidad de tener que aportarles agua de riego, a la vez de evitar el crecimiento de plantas no deseadas.

Hay varios tipos de acolchados, nosotros aconsejamos utilizar una capa de grava de color blanco de unos 10 cm de espesor, teniendo cada grava unos diámetros en torno a 3 cm.

Con el color blanco se consigue desviar los rayos solares, un hecho de gran importancia sobre todo en el verano, consiguiéndose así que el suelo no se recaliente y, por tanto, que no se nos evapore mucha agua.

Con respecto al espesor, 10 cm, está pensado para climas en donde el régimen de lluvias está en torno a 300 mm de lluvia al año (300 litros/m2/año), como es el caso de nuestro clima mediterráneo, facilitando ese espesor de acolchado que en nuestros setos puedan crecer especies vegetales que incluso necesiten más cantidades de lluvias anuales (hasta 400-600 mm/año) sin que tengamos que regarlas a partir del segundo año.

Asimismo, ese espesor va a dificultar enormemente que las semillas de otras especies vegetales “que no han sido invitadas” a nuestro seto (como las mal llamadas malas hierbas, así como las que son reservorios de virus o las que atraen a las plagas agrícolas) consigan germinar en su interior, contribuyendo también de esta manera a reducir su mantenimiento al minimizar el escardado.

Plantas reservorio autóctonas

Si a la vez que colocamos en nuestro seto un acolchado de 10 cm plantamos en su interior plantas reservorio autóctonas, o sea, aquellas que están totalmente adaptadas al clima local, podemos conseguir que a partir del segundo año ya no tengamos que regar más nuestro seto con el riego por goteo…, quizás algún riego esporádico durante la época estival.

Riego por goteo

Y como podemos deducir con la lectura anterior, el riego por goteo solo será necesario utilizarlo en los dos primeros años, que es el tiempo que se estima que las plantas reservorio estarán totalmente enraizadas. Como orientación de riego para esos dos primeros años, en las épocas más desfavorables (de mayo a septiembre) regaremos cada 15 (20) días aportando unos 5 (10) litros de agua/m2, mientras que en los meses más favorables regaremos cada 30 días aportando esas mismas cantidades de agua.

No obstante, esta infraestructura siempre debe de estar presente, ya que estamos comprobando que los veranos en estas latitudes están siendo cada vez más extremos y quizás tengamos que utilizarlo más de una vez durante esa época del año, aunque hayan pasado más de dos años, además de utilizarlo para aportar humus de lombriz de tierra líquido (ver capítulo 4).

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